Mi nombre es Desirée Palomino, trabajo en geología marina en el Instituto Español de Oceanografía y en este blog os contaré cómo y por qué estudiamos el fondo marino, desde su forma y composición en superficie hasta las capas profundas del subsuelo oceánico

¿Cómo interaccionan las corrientes con el fondo marino en el golfo de Cádiz?
En mi primera entrada os conté que en mi tesis doctoral se centró en el estudio de distintos montes submarinos y los procesos geológicos recientes que tienen lugar en torno a ellos. Como ejemplo de procesos ya os he hablado un poco de la expulsión de fluidos desde el subsuelo marino y las formas que generan. También os he hablado de procesos gravitacionales, como los deslizamientos submarinos y su potencial como riesgo geológico.
Pero existe otro tipo de procesos que tenían un protagonismo especial en mi estudio y son los relacionados con las corrientes de fondo marinas. Raquel nos habló de los CTDs y con estos equipos también se pueden identificar las distintas masas de agua que están presentes en océano. Cada masa de agua tiene unas características singulares de temperatura y salinidad, se sitúa a una determinada profundidad y fluye con una velocidad y dirección que es variable. En geología marina, nos interesa especialmente la masa de agua más profunda, porque es la que va a interaccionar con el fondo marino.
En el golfo de Cádiz, esta masa de agua profunda es la MOW, por sus siglas en inglés (Mediterranean Outflow Water). Y se llama así porque es una masa de agua que se genera en el mar Mediterráneo y sale por el estrecho de Gibraltar surcando el golfo de Cádiz hacia Portugal. Su viaje por el fondo marino no es sencillo y está sometida a numerosas variaciones. En primer lugar, en su salida por el estrecho de Gibraltar, esta masa de agua va muy canalizada y es donde alcanza las mayores velocidades. Esto genera formas del fondo asociadas con la erosión y los procesos de transporte de sedimento que tienen gran relevancia en la zona más cercana al Estrecho. Toda esta masa de agua se ve afectada además por el efecto de coriolis (hace que se desvíe hacia la derecha debido a la rotación de la Tierra) por lo que su flujo principal barre el talud del golfo de Cádiz, paralelo a las isobatas. Por este motivo, a este tipo de corrientes se les conoce como corrientes de contorno.

Trayectoria de la MOW en el golfo de Cádiz
En su viaje por el golfo de Cádiz se encuentra con barreras topográficas como los volcanes de fango y las grandes dorsales diapíricas que van a hacer que se produzcan cambios en su trayectoria y velocidad y se generen fenómenos de turbulencia. Todos estos cambios producen a su vez distintas formas en el fondo, por erosión o depósito de sedimentos de dimensiones muy variadas. Una de estas formas de gran escala tiene gran relevancia en el golfo de Cádiz y son los depósitos contorníticos o contornitas y consisten en acumulaciones de sedimento generadas por una corriente persistente en el fondo, en este caso la MOW. Las contornitas tienen una gran importancia en geología marina y por ejemplo se estudian para el conocimiento del paleoclima y de la paleoceanografía de los océanos, ya que las características de estos depósitos están fuertemente influenciadas además por el clima, el aporte sedimentario y las variaciones del nivel del mar. A pequeña escala, también se producen ripples (ondulaciones) y ondas de sedimento, muy similares a las que se producen en las playas.

Imagen del fondo marino a unos 800 m de profundidad donde se observan los ripples que produce la corriente de fondo en el Golfo de Cádiz
Y esto es la base de nuestra investigación en el proyecto INPULSE «Interacción de procesos oceanográficos y sedimentarios en el talud continental: Implicación ambiental y en los hábitats, modelización matemática y desarrollo tecnológico» que se coordina desde el Centro Oceanográfico de Cádiz y en el que llevo unos nueve meses trabajando.
Para conseguir nuestros objetivos contamos con un equipo multidisciplinar, ya que tenemos que conocer en detalle cómo se mueve esta masa de agua profunda (oceanografía física), qué efecto tiene sobre la morfología del fondo (geomorfología) y sobre los sedimentos del margen (sedimentología), cómo afecta a los hábitats marinos (bentos) y posteriormente intentar hacer modelos de todos estos procesos (matemáticas). Para ello, estamos ya preparando una campaña oceanográfica prevista para el año que viene en la que pretendemos, entre otras muchas cosas, fondear un equipo repleto de sensores y dejarlos tomando medidas de las características de esta masa de agua profunda durante varios meses. Esto nos ayudará a conocer un poquito mejor nuestros fondos en el golfo de Cádiz desde un punto de vista multidisciplinar.
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