María Fernández-Míguez y los avances en acuicultura

20.septiembre.2018

Siempre tuve claro que quería hacer algo grande para proteger la fauna y el medioambiente. Me sentía indignada por la desaparición de numerosas especies, la quema de bosques y la falta de concienciación de la sociedad. Por ello un buen día, y tras muchas dudas a la hora de elegir a qué dedicarme, le dije a mi familia que quería estudiar biología. Recuerdo que para ellos era una carrera totalmente diferente a lo que estaban acostumbrados y no encontraban la aplicación directa a la vida real. Sin embargo, la oportunidad de estudiar biología en la Universidad de Santiago no solo me abrió las puertas al conocimiento de numerosas ramas sino también a comenzar a entender y poder explicar en qué consiste el trabajo de un biólog@.

Durante la carrera estuve fuertemente interesada por la zoología y la taxonomía animal. Siempre había querido participar en salidas de campo, pero a la vez encontrar un campo que también me permitiera desarrollar experimentos en el laboratorio. Por ello, tras hacer mi trabajo de fin de carrera sobre la taxonomía y filogenia de gasterópodos terrestres, me di cuenta de que a mi formación le faltaba algo. Fue entonces cuando decidí que necesitaba algo nuevo y por ello me matriculé en un máster de acuicultura. Algo que comenzó como una mera idea de probar algo diferente supuso un gran cambio en mi vida.

Actualmente me encuentro haciendo el doctorado en el grupo de Recursos Genéticos Marinos (ReXenMar) de la Universidad de Vigo y en el grupo AquaCOV del Centro Oceanográfico de Vigo del Instituto Español de Oceanografía. Como una continuación de mi trabajo de fin de máster, decidí enfocar mi tesis hacia la evaluación y manejo genético de especies demersales y stocks pesqueros. Actualmente trabajo en diversos aspectos de la dinámica poblacional de la merluza europea (Merluccius merluccius) y en el desarrollo de herramientas genéticas para la mejora del bacalao Atlántico (Gadus morhua) cultivado en Noruega, gracias a las colaboraciones internacionales que mantienen mis respectivos laboratorios.

Foto: María Fernández-Mínguez

 

Pero… ¿cuál es el objetivo y beneficios de la acuicultura?

Para avanzar en ciencia primero debemos conseguir que la sociedad entienda la importancia de nuestro trabajo, así como la utilidad diaria del mismo. La acuicultura no solo tiene una gran importancia social sino también para el medio marino.

La cría de especies marinas surgió como oportunidad industrial y más tarde también como una solución a la sobreexplotación pesquera de nuestros recursos marinos. Dado el creciente tamaño de la población humana, todos debemos ser conscientes de que la disponibilidad de recursos alimenticios procedentes del mar tiene un límite y por ello debemos idear nuevos métodos para poder seguir incrementando el consumo de la población humana. Como consecuencia, actualmente muchos investigadores trabajamos en la búsqueda de nuevas especies marinas que puedan adaptarse al cultivo, así como en la evaluación del efecto de la explotación pesquera en las poblaciones salvajes de animales marinos (por ejemplo, la erosión genética, el tamaño poblacional, la selección, etc.).

Para poder llevar a cabo esta tarea, aplicamos herramientas genéticas como la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) y el estudio de la expresión génica o de marcadores génicos para poder identificar las especies que se comercializan (control de importaciones, autenticidad, trazabilidad alimentaria, etc.), así como para entender cómo es la biología de las especies para aplicar ese conocimiento a su cultivo (desarrollo embrionario, expresión de genes en diferentes etapas, etc.). Una vez que entendemos la biología de una especie que nos interesa, podemos comenzar a desarrollar su cultivo bajo las condiciones requeridas. Con ello conseguimos no sólo producir un mayor número de ejemplares sino también mejorar su tamaño, calidad y, en algunos casos, la reducción de enfermedades respecto a los ejemplares salvajes. Por último y más importante, al comenzar a producir una especie en cultivo, disminuimos nuestra dependencia de las poblaciones salvajes y con ello reducimos el impacto sobre las mismas.

Como mensaje para llevar a casa diría que la acuicultura ha mejorado mucho durante los últimos años y que actualmente supone uno de los métodos más importantes para el abastecimiento de proteínas a la humanidad al tiempo que permite la conservación de stocks marinos por reducción de la presión pesquera.

Y en el futuro… ¿Cuáles serán mis planes?

A corto plazo estoy centrada en involucrarme más en temas de divulgación, especialmente con niñ@s y adolescentes, ya que creo que es el rango de edad en el que debemos de incidir más a la hora de educar sobre ciencia. Mi experiencia con ellos me ha demostrado que todavía faltan recursos que les ayuden a decidir hacia donde enfocar su futuro y que a la vez les enseñen en qué consisten nuestras investigaciones. Por lo que cuanto más tiempo invertimos en ell@s, antes conseguiremos que la ciencia sea más valorada.

¿Algún mensaje para las futuras oceánicas?

Mi consejo siempre es tener claro tu objetivo y hacer todo lo posible para conseguirlo, recordando que si alguien lo ha logrado antes significa que no es imposible. Por lo que me gustaría que todas las niñas que lean esto sepan que no deben de tener miedo a luchar por sus sueños ya que si lo tienes claro lo acabarás consiguiendo.

Un proyecto de:
ieo
Con la colaboración de:
FECYT