Pilar Sanjurjo

Pilar Sanjurjo, una pionera de las isobaras

17.junio.2022
*Foto de portada:  © Fondo documental de RTVE

 

Por Xavier Fonseca

 


Los gallegos vivimos obsesionados con el tiempo. Y este es un comportamiento de lo más natural. Cuando llevas una década divulgando la ciencia meteorológica en este rincón del mundo entiendes por qué. Galicia pertenece a un grupo muy selecto de regiones en el planeta con una atmósfera tremendamente cambiante. Esa riqueza se refleja en el idioma, en la sabiduría popular y despierta la curiosidad de su gente. No es casualidad, por ejemplo, que, en la ciudad noruega de Bergen, una de las más lluviosas del mundo, se fundara la escuela de científicos donde nació la meteorología moderna a comienzos del siglo XX. Tampoco es producto del azar que, en Galicia, donde existen más de cien palabras para referirse a la lluvia, haya crecido una auténtica pionera de la ciencia del tiempo.

Cuando me enteré del fallecimiento de Pilar Sanjurjo (Sada, 1942), la primera mujer del tiempo en Televisión Española, pensé justo eso: «gallega tenía que ser». Tenía todo el sentido para mí. Después, con cada línea que leía sobre su biografía, la relevancia de lo que había conseguido aumentaba. Tengo que confesar, además, lo emocionante que resulta ver a través de la hemeroteca cómo daba el tiempo con un acento gallego tan marcado. Seguro que no le fue fácil hacerse un hueco en la televisión de los años 70 con esa forma de expresarse. Aunque Sanjurjo rompió unos cuantos techos de cristal en su vida. Resulta de admirar también cómo desempañaba su trabajo con aquellos medios tan precarios. Eran los inicios de la previsión meteorológica en la pequeña pantalla y Pilar se las apañaba como podía con pizarras, cartulinas y pegatinas para ilustrar la información. Ella compensaba la escasez de recursos con personalidad y una excelente capacidad de comunicación.

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© Fondo documental de RTVE

Sus allegados destacan de ella «el temple gallego» que le permitió durante su vida asumir todo tipos de desafíos, como presentarse a un casting para ser la primera mujer en la historia de España en dar el parte meteorológico. Pilar Sanjurjo se convirtió en presentadora del tiempo en 1968 mientras trataba de obtener una plaza como funcionaria en el cuerpo nacional de meteorólogos tras completar la licenciatura en Ciencias Físicas en la Universidad Complutense de Madrid. Una vez superada la prueba, su primer destino fue el Aeropuerto de El Prat, en Barcelona, aunque antes había pedido regresar a Galicia para incorporarse a la Escuela Naval en Pontevedra. Sin embargo, tal y como confesó en una entrevista concedida a la Revista de Aficionados a la Meteorología antes de jubilarse «existió cierta presión, por ser mujer, para que no pidiera dicha plaza como era mi deseo y fue ocupada por un compañero que iba detrás de mí en la orden de petición».

De la mano de Mariano Medina, leyenda viva de la meteorología en España y el primer hombre del tiempo, regresó a Madrid para formarse en el Centro de Análisis y Predicción, donde se especializó en predicción marítima. Gracias a Medina volvió también a la televisión. A partir de entonces Sanjurjo compaginó su labor como mujer del tiempo con la investigación meteorológica hasta 1985, cuando abandonó Televisión Española. Juntos, Medina y Sanjurjo, marcaron una época y definieron una forma de entender la divulgación de la meteorología que perdura todavía hasta hoy. Ese es parte del legado.

Tras abandonar la televisión, una pionera como ella no tardaría mucho en volver a protagonizar un hito. En enero de 1988, participó en la primera campaña española en la Antártida. Llegó al Polo Sur a bordo del rompehielos argentino Almirante Irizar y se instaló en la base Barambio. Allí realizó mediciones con globos sonda sobre un tema muy candente en aquella época: el agujero de la capa de ozono.

Como ocurrió con su paso por la televisión, Sanjurjo acudió al lugar más hostil de la Tierra en una época en la que estaba todo por hacer. Ella también fue protagonista principal de los inicios de la investigación española en el continente helado. En 2020, justo antes de la pandemia del covid-19, tuve el privilegio de estar dos meses en la Antártida, en las bases españolas de Gabriel de Castilla y Juan Carlos I. Hoy los medios de transporte son mucho más modernos y las bases más cómodas y seguras. Cuando pienso en Pilar en el Polo Sur a finales de los años 80 solo puedo sentir más admiración. La ciencia es justo eso, aventurarse en lo desconocido. Sanjurjo lo hizo durante toda su vida.

 


Sobre el autor

fonseca

Xavier Fonseca Blanco (Cangas-1982)
es periodista científico e investigador.
Creador de ‘Historias del Tiempo’
y doctorando en Cambio Climático.

 

Agradecimientos

Las fotos han sido cedidas por la Corporación RTVE al Instituto Español de Oceanografía con el único fin de ilustrar este artículo. En consecuencia, estas imágenes no pueden reproducirse por terceros salvo autorización expresa de RTVE.

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