
Josefina Castellví: Microbióloga, oceanógrafa y pionera de la investigación española en la Antártida
[por Vanessa Balagué y Magda Vila / ICM-CSIC]
Josefina Castellví nació en Barcelona el 1 de julio de 1935. Sus padres, con ideas bastante avanzadas para la época, animaron a sus hijas a estudiar para que fueran independientes.
Pepita, como le gusta que la llamen, se graduó en Ciencias Biológicas, especializándose en microbiología marina y oceanografía en la Universidad de la Sorbona en un tiempo en el que estas disciplinas eran una rareza en España. En 1960 se incorporó al Instituto de Investigaciones Pesqueras (semilla del Institut de Ciències del Mar de Barcelona), donde realizó su tesis doctoral y participó en sus primeras campañas oceanográficas, no sin la dificultad de tener que luchar por su plaza en los buques oceanográficos por el hecho de ser mujer.
Aunque no le gusta que la llamen pionera, en el verano austral de 1984, Pepita participó en una expedición oceanográfica argentina juntamente con la científica Marta Estrada y la periodista Charo Nogueira, lo que las convertiría en las primeras mujeres españolas en pisar la Antártida. Más tarde, en 1986, formó parte del grupo del CSIC que acampó en la isla Livingston para reclamar una base científica antártica española. Y funcionó, pues al año siguiente participó en la instalación de la Base Antártica Española (BAE) Juan Carlos I, que llegó a dirigir durante los años 1988-1993. Esto la convirtió en la primera mujer en el mundo en ser la máxima responsable de una base científica en la Antártida.

Josefina Castellví, en la Antártida, junto a científicos españoles en la primera base polar establecida allí por nuestro país.
Tras jubilarse, Pepita ha seguido contribuyendo a la divulgación y a la defensa de los océanos y del continente antártico, sosteniendo firmemente que, para entender el funcionamiento del planeta, es imprescindible investigar en los polos. Viajó por última vez a la Antártida en 2013, con 77 años, para rodar el documental Els records glaçats, en el que cuenta de primera mano la historia de los inicios de la investigación española en este enclave tan remoto de la Tierra.
Aficionada a coleccionar figuras de pingüinos, la investigadora confiesa que se siente maravillada por la capacidad de estas aves para construir una sociedad igualitaria en la que los géneros comparten equitativamente las labores familiares y sociales, así como la cantidad de tiempo que dedican a jugar y disfrutar en comunidad. Toda una lección de vida.

Imagen de los cuatro protagonistas de la expedición a la Antártida, con Josefina Castellví en el grupo.
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