Raquel Somavilla, oceanógrafa física

Me llamo Raquel Somavilla y soy oceanógrafa. Trabajo en el Instituto Español de Oceanografía y en mi investigación, estudiando procesos oceánicos desde su superficie a sus aguas profundas situadas a miles de metros de profundidad, busco entender el papel del océano en el clima.

Fascinante sin duda, pero sobre todo esencial

5.septiembre.2018

El océano es fascinante. Será porque es inmenso, profundo y misterioso, pero quién no ha dicho alguna vez eso de: “¡podría pasarme horas contemplándolo!”. A mí me pasa, pero hay que decir que ya me fascinaba desde pequeña. Ser de Santander creo que tiene algo que ver. Así que tal como me enteré de que existía una carrera llamaba Ciencias del Mar, supe que eso era lo mío. Dejé Santander para irme a Cádiz a estudiar y lo siguiente fue hacer mi tesis doctoral. Como en toda carrera de investigación, eso fue solo el comienzo. Después he pasado casi cuatro años en Alemania en el Alfred Wegener Institute for Polar and Marine Research –el mismo sitio donde estuvo Cova-, a temporadas en Inglaterra en el National Oceanographic Centre Southampton, dos años en Gijón y ahora de vuelta en Santander donde trabajo en el Instituto Español de Oceanografía.

Como oceanógrafa física estudio procesos que ocurren en el océano desde su superficie hasta sus aguas profundas situadas a miles de metros de profundidad, desde latitudes medias -como en las que vivimos en España- hasta regiones polares. Mi investigación se centra en comprender y estimar los procesos que controlan la interacción del océano con la atmósfera -como puede ser la mezcla o las corrientes- y cómo éstos modulan el clima terrestre y afectan a procesos bioquímicos. Principalmente uso lo que se llaman datos in-situ (datos obtenidos desde barcos, satélites, boyas, etc.) y a veces también simulaciones numéricas –similares a las que nos permiten predecir el tiempo- para investigar los océanos.

Como veis, entre mudanzas y temas por estudiar no hay tiempo de aburrirse, pero he sacado una conclusión muy importante de todo lo que he aprendido y aprendo sobre el océano en mi trabajo que quiero compartir con vosotros en este blog. El océano no sólo es fascinante. El océano es, sobre todo, esencial.

Solo tres datos para iros convenciendo:

  • El océano acumula el 93% de la energía del sistema climático terrestre, siendo el principal motor de regulación del clima. Esto es debido al gran volumen que ocupa en la Tierra -como sabéis, el océano cubre más del 70% de la superficie terrestre- y a su inercia térmica –algo así como su capacidad para acumular calor- aproximadamente 4000 veces mayor que la del aire.
  • Además, el océano global no solo absorbe, almacena y redistribuye grandes cantidades de calor, sino también de carbono. El océano contiene 50 veces más carbono que la atmósfera y absorbe activamente alrededor del 30% del dióxido de carbono (CO2) antropogénico (el que producimos los humanos) emitido a la atmósfera.
  • El 50% del oxígeno en la atmósfera terrestre se produce en las capas superficiales del océano por el fitoplancton.

De todo esto os hablaré en este blog –qué medimos los oceanógrafos, dónde, cómo, para qué, …- para que no solo los oceanógrafos sepamos por qué el océano juega un papel esencial en el clima pasado, presente y futuro de la Tierra, y en el origen y mantenimiento de la vida.

Espero que os apetezca tanto como a mí.

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