Mi nombre es Desirée Palomino, trabajo en geología marina en el Instituto Español de Oceanografía y en este blog os contaré cómo y por qué estudiamos el fondo marino, desde su forma y composición en superficie hasta las capas profundas del subsuelo oceánico

De campaña oceanográfica
Existen muchas diferencias en los estudios de geología marina y de geología terrestre. La principal diferencia es que nuestros «afloramientos» se encuentran bajo una capa de agua que en ocasiones puede tener miles de metros de espesor y por tanto los geólogos marinos necesitamos un barco para realizar nuestros estudios. Los trabajos que realizamos en la mar, sean de un día o de varios meses, se llaman campañas oceanográficas.
La última campaña en la que he participado ha sido en el buque oceanográfico Ángeles Alvariño, que es un barco del IEO de casi 47 metros de eslora (de largo). Esta vez hemos estado 17 días a bordo dedicados al proyecto LIFE-IP-INTEMARES.
El nombre completo del proyecto es “Gestión Integrada, innovadora y participativa de la Red Natura 2000 en el medio marino español”, aunque todos lo conocemos como INTEMARES. Tras este título se esconde la necesidad de proteger el medio marino y para ello se están estudiando distintas áreas de los fondos españoles con el objetivo de declararlas zonas protegidas. En esta campaña exploramos varios montes submarinos en el canal de Mallorca.
Embarcamos un equipo de bentólogos (se llama así a los biólogos que estudian los organismos que viven fijados al fondo del mar) del Centro oceanográfico de Baleares y geólogos de los centros de Málaga, Madrid y Cádiz. Trabajamos 24 horas al día, por turnos, y no dejamos que el buque descansase ni un segundo, ya que siempre tenemos mucho trabajo que hacer en poco tiempo.
Mi trabajo en esta campaña se basó en adquirir y procesar datos de ecosonda multihaz…
– ¿Eco qué?, os preguntareis.
Pues una ecosonda no es más que un equipo que lanza ondas de sonido que rebotan en el fondo del mar para luego volverlas a recibir. Como el eco que escuchamos al gritar en una montaña, pero en el océano. El tiempo que tardan estas ondas y la intensidad con la que se reciben nos dan información de la profundidad y del tipo de fondo que existe. Con estos datos obtenemos distintos modelos y mapas que son fundamentales, entre otras cosas, para saber los mejores lugares donde tomar muestras de fauna y sedimento. Ya os explicaré más cosas de todos estos equipos.
Un dato importante, ya que es un blog dedicado a la mujer en la oceanografía, es que entre el personal científico embarcado en esta campaña hubo más mujeres que hombres (7 de 12) y la mayoría de nosotras con un título de doctorado. No sé si tendrá eso que ver con lo bien que está saliendo todo 😉
Comparte esto: